18 de junio de 2010

Sugerencia musical para este sábado

Concierto de Shantel este sábado en Joy. Merece la pena.



Sara

31 de mayo de 2010

Madrileñerías

Andan Aguirre y Gallardón cábala que te cábala a ver si consiguen "extraer" del Plan E lo que se afeitaron, previa pugna eso sí sobre a ver quien se lo afeitó más grande, de sus jornales... ¡Ellos...!..., que tienen la una el dinero por castigo de tanto y tanto que pidió (pedir, sinónimos: solicitar, requerir, demandar, pretender, exigir, reivindicar, reclamar, suplicar, implorar, rogar, rezar, postular, mendigar, pordiosear...; nada dice de mangar. Antónimos, o sea lo que no hace: dar, ofrecer), y el otro lo tiene para manirromperlo siempre y cuando la mani sea de otro que de romperla ya se encarga él. Piensa que te piensa están por tanto los dos, por supuesto por separado para evitar tentaciones, a ver si encuentran la llave que abra la lata salarial del eplan.
Un cofre que, aunque critican minuto sí-minuto también y al que escupen y vomitan día sí-día también, conocen como la palma de sus manos..., vaya si lo conocen... Tan es así que la M-30 debería pasar a llamarse E-30 porque el bujereó con ansiosa entrega pero quien la niquela es la pasta del cofre en el que los del PP cada vez que pueden se cagan. Él con esa pasta da esplendor al ático de su boquete ante la parálisis permanente de los socios y amigos del que nutre el cofre que tan atenazados en sí mismos están que por no decir ni le llaman de todo cuando inaugura un cacho remozado y va dice que ahora por fin los madrileños podrán mojarse (¿o dijo lavarse?) los pies: ¿que no es un desprecio, es que está llamando guarro al pueblo o quizás lo quiere decir es que gracias a él, excelentísimo siempre, el foro dejará de oler a pies?
Eso él porque ella, puro verdulerismo entre tanta alcurnia (populismo lo llaman algunos), con una mano monta rebeliones y da sablazos cada poco al amanecer (aunque tampoco le importa hacer al atardecer, incluso de anochecida), y con la otra rebaña todo lo rebañable y más allá como ha hecho con el cofre ya mencionado succionando con denuedo para poder cumplir uno de sus compromisos: la construcción de centros de salud, para entendernos de ambulatorios que, claro está, ahora deberían llamarse Embulatorios o Ecentros de Esalud.
Fabulosas madrileñerías, de las de mear y no echar gota. No lo son menos las de otros que hoy tan sólo quedarán apuntadas con el compromiso de ser desarrolladas antes de ser engullidos por completo por la crisis.
Por ejemplo, si la política fuese para el que se la trabaja Lucas (David) debería ser el candidato socialista al ayuntamiento de Madrid, aunque claro, a nadie se le escapa lo que hicieron con Sabanés (Inés) con lo que cabe concluir que como ni san dios se trabaja la política al que lo hace le guillotinan, por listo... (Un por cierto respecto al candidato PSOE al consistorio: comentan que están tanteando o algo más a Maru Menéndez; seguiremos al tanto).
Y luego está lo del partido de los resentidos, digo la UPyD, en qué estaría pensando... Con el ex de comisiones (Fidalgo, José María) a punto de dar el sí para medirse con Espe y el señor o la señora X por la comunidad, el que podría hacer dicho ya "adelante con los faroles" es el ex de Alcobendas (Caballero, Pepe) que podría intentarlo de nuevo pero sin otra rosa que la díez que de puños también supo.

20 de mayo de 2010

Cadena Ser: Pasa lo que Pasa

Antonio R. Naranjo

Esto es un hecho: Hace unos años se oía en la Ser a Gabilondo, a mi primo Oliver, a Astasio, a Temprano, a Carmelo, a Manzano o a Velasco. Y ahora no, aunque sólo el último está muerto. Tampoco se oriá más a Paco González, un genio en alpargatas. Importan menos las razones que los efectos: ya no se les oye, aunque eran los más oídos.

La Ser, salvo anuncio de última hora, se dedica a que la escuchen: ergo no son razones profesionales las que explican estas salidas. Llegados a ese punto, es lícito preguntarse a qué se dedica pues la Ser. Ésa es la pregunta que Anido, Rodríguez o Irago deben hacerse. Pensarán que no hace falta, que se responde sola, que siempre hay razones de peso para justificar lo inexplicable, pero están equivocados. Háganse la pregunta, hombre, hágansela, aunque no les guste las respuesta.

Los americanos resumen la vida con una simple frase: "Si no está roto, no lo arregles". Con la modestia, la distancia y tal vez el desconocimiento que otorga la condición de mero colaborador poco querido en la Casa -si acaso es consciente de la existencia de tantas voces pequeñas que tal vez tenemos algún remoto mérito en el éxito de la marca-, me voy a permitir enviar una sugerencia a los siempre receptivos dirigentes de la casa: cuando se olvida un lema, "Pase lo que pase", renace otro más inquitante y "Pasa lo que pasa".

Una cosa es innovar en las madrugadas, y otra hacer 'Hablar por hablar' 24 horas al día.

27 de abril de 2010

Despedida, porque tú lo vales

Antonio R. Naranjo

Lo que viene debajo no es mío: es de mi santa o, como dicen los castizos, de mi contraria. La han echado de su trabajo para que yo no haga el mío: como sí lo hago, ella pierde el suyo. Era en la Universidad de Alcalá, y el verdugo es su rector. Produce bochorno: estos progres de salón, moqueta y Audi oficial las prefieren con el velo puesto. Por cierto, la sustituye una joven periodista matrimoniada con un no tan joven periodista de El País, Javier Valenzuela: yo no juego con mi periódico para que nadie mantenga el trabajo que ya tenía; no estoy muy seguro de que otros sí lo hagan para que los suyos lo consigan

"LA MUJER DE...."
Por Celia Iglesias Vilariño

En un mes he descubierto todo lo que puede dar de sí la expresión “la mujer de …”:

“La mujer de … despedida”, vitoreaban algunos nada más conocerse mi despido.

Otro, algo más amable, dice: “La mujer de … excelente profesional y estupenda persona, despedida por la ambición de su marido”.

“La mujer de … Adiós a la Topilla”. Por lo visto, “la mujer de…” padece de desdoblamiento de personalidad y ha terminado siendo La Topilla , es decir, también es la mujer de… El Topo, un personaje creado por “el de la mujer de…”.

“A la mujer de … se le ha visto con currículum en mano por Alcajob -feria del Empleo de la Universidad de Alcalá”, anunciaban algunos.

“La mujer de… la que se pasea con su CV, es también la mujer del butanero…” . “La mujer de …” encima tiene la mala suerte de serlo de alguien que se apellida Naranjo, de ahí orange, de ahí naranja, de ahí el color de las bombonas de butano”. En fin, los comentarios que le siguen los voy a omitir por soeces, pero en nuestro país son sobradamente populares los chistes sobre el butanero.

Tambien hay quien se alegra de que “la mujer de… pase ahora más tiempo en casa”.

“La mujer de…” también es la compañera, mujer, amante o madre de los hijos del de la mujer de… Este último no lo tiene del todo claro.

“La mujer de …” no tiene nombre, aunque todos parecen conocerla muy bien. Resulta además que “la mujer de…” parece que sí llevaba 12 años trabajando en la Universidad de Alcalá, o con anterioridad en su Fundación. Pero para los que han bautizado a “la mujer de…” -muchos de los cuales por aquél entonces no habían llegado a la Universidad-, esto ha sido posible porque siempre fue “mujer de …”. Y si “la mujer de… “vuelve a encontrar trabajo, no será por su experiencia, por conocer bien su trabajo, sino por “ser la mujer de…”.

Lo más sorprendente es que “la mujer de…”, ni tan siquiera es oficialmente la mujer de nadie. Salvedad ésta que creía innecesaria, pero que no lo es en el caso de aquellos que te otorgan valor por esa condición de “la mujer de…”.
Evidentemente, aún padecemos un retraso educativo en cuestiones de igualdad, heredado y mantenido. Una cuestión que me desconcierta aún más cuando se hace evidente en un marco universitario, de donde saldrán -se presupone- algunos de los jóvenes que nos gobernarán. Donde, también se presupone, se encuentran algunos de los sabios de nuestro país.

La cuestión es si a las mujeres no nos queda más alternativa que el silencio, la mirada para otro lado, esquivar el conflicto y rendirnos ante la evidencia de un trato como poco injusto. De lo contrario, también encontrarán argumentos y los mismos que te tratan como “la mujer de” serán los que te tachen despectivamente de feminista o de oportunista.

“La mujer de…” efectivamente no tendrá forma legal de demostrar que ha sido despedida -se trata de un cese-; ni represaliada por ser “la mujer de”, aunque no son pocos los que encuentran argumentos para la marcha de “la mujer de… por ser la mujer de… por ser la Topilla” y que confirman con sus testimonios dicha represalia; y agraviada -esto sí, es un dato objetivo, pero que de poco sirve, pues duele por lo que tiene de personal-.

Poca defensa tiene “la mujer de…”, que transcurrido un mes en boca de todos, al menos echará mano de las pocas opciones que le quedan o le dejan: este blog, una queja formal ante las asociaciones de periodistas y una carta a la Ministra de Igualdad, que tal vez tenga las claves para explicarle por qué aún hoy muchas mujeres sólo son “la mujer de…”, independientemente de cómo hayan hecho su trabajo.

Musikini

Como el cuerpo sólo me pide desparramar un torrente de verdades encadenadas (ofensivas como deben ser las verdades) bajo el título "¿por qué no te callas?" y protagonizadas por seres que habitan entre Sol y Callao, he decidido morderme la lengua -de momento- con la intención de envenenarme un rato (¡veneno qué bueno!), y mientras, para que algunos lo gocen, poner aquí un pokito de musikini güena güena...
Lo último de Muchachito, lo último de Howe Gelb, y un pedazo de tema de El Chojin quien por cierto presenta un magnífico libro el próximo 10 de mayo titulado "Rap, 25 años de rimas".
A disfrutarlo!!!!!




Uneven Light of Day ("Alegrías", Howe Gelb & A Band of Gypsies) from eureka music on Vimeo.


17 de abril de 2010

Ni por Alá, ni por Pako Pil

Imagino conoces el caso de la niña del I.E.S. Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón que, por negarse a quitarse el 'hiyab' fue apartada de clase por indisciplina. Dejando a un lado el derecho a recibir educación de la niña (que habría que discutir si fue violado porque se le dio clase, aunque apartada de sus compañeros) y su pasión por Dios, el centro ha actuado de forma correcta.

He oído a algunos decir que no pueden obligar a Najwa a quitarse el velo porque forma parte de su identidad y eso es racismo. No contestaré con el fácil y racista argumento de "allá donde fueres, haz lo que vieres", que también lo he oído, sino con el reglamento de régimen interno del centro que prohíbe estar en clase con la cabeza cubierta:
El artículo 32 dice: "En el interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza".
Es decir, Najwa puede llevar su pañuelo y "someterse a su Dios", según sus propias palabras, en el patio, como el resto de chavales pueden someterse a la moda bakala y llevar gorra. Ahora bien, dentro de clase, debe someterse al imperio del conocimiento y dejar a Alá a un lado, igual que sus compañeros tienen que dejar a Paco Pil a un lado y quitarse su gorra de Pokis, Chonis, Bakalas, Hip Hoperos, o cualesquiera moda sigan que les haga llevar gorra.

Las reglas pueden gustarnos o no, y si no nos gustan se puede pedir su cambio (algo que se ha hecho) pero son iguales para todos, y no pueden doblarse porque los casos particulares crean antecedentes.
Y mucho menos pueden obviarse cuando quien pretende socavar las reglas es una religión. Porque entonces esa religión, respetable, compartida o no, deja de ser una secta (según la definición de la RAE) para ser un grupo de radicales integristas que atentan contra el estado de derecho.

13 de abril de 2010

Una preguntita

Antonio R. Naranjo

No es tan difícil, pero en estos tiempos de trincheras lo más sencillo se retuerce para despejar el balón sin dar una respuesta. Una semana después de conocerse el contenido del sumario Gürtel, Rajoy no ha tenido a bien explicar aún por qué ha pagado una pensión a Matas y la defensa y su salario a Bárcenas: lo demás no importa tanto, ya se encargará el juez o el votante, pero de esto sólo podía hacerse cargo él.

Tampoco se conoce una explicación medio decente de Tomás Gómez sobre la imputación de su número dos, la ex alcaldesa de Torrejón de Ardoz, en una permuta de terrenos que dañó a su municipio, benefició a una empresa privada y contó con el rechazo de los técnicos municipales, desoída: es verdad que al PP madrileño le interesa especialmente destapar una cloaca enemiga, pero los juicios de intenciones no invalidan ni tapan la carga de los hechos.

A José Bono le tienen gato determinados medios de comunicación, que no soportan su porte, o sus victorias, o su cara, o todo. Y sí, es posible, sacan la escopeta que guardan para otras piezas mayores para matarle como al Camborio sus cuatro primos Heredia. Pero podría explicar, al resto, cómo ha logrado amasar un patrimonio inmobiliario tan jugoso como difícilmente compatible con los emolumentos reconocidos en un larga vida de trabajo: la mayoría de la gente hace lo mismo, y no le da para pagar una simple hipoteca.


En la lista cabe Aznar, que ha explicado en Sevilla cómo debe combatirse la corrupción sin aclarar primero por qué han acabado imputados todos los amigos de su yerno, capaz de convertirse en el tiempo que a otros les da para acabar una carrera en un auténtico capo europeo del fútbol, la televisión, la banca y los coches de carrera: nada que el talento aliado con la suerte no permita, pero la coincidencia entre la agenda de Agag y el sumario de Pedreira reclama al menos una ligera aclaración.

También puede explicarse, si quiere, el nuevo rector de la Universidad de Alcalá. Todo tendrá respuesta, y será sin duda muy decente. Pero antes de conquistar el mundo desde el trono cisneriano, no estaría mal que aclarara el camino seguido por su familia, la de su principal colaborador, la de sus ayudantes o la de los amigos constructores o políticos de cualquiera de ellos para vivir en y desde la misma institución a la que tantos quieren llegar y tan pocos llegan. Y cuál es, con balances, incrispción registral y reparto exacto de dividendo, el entramado empresarial preciso de la institución pública que dirige.

Antes, creo, había un código compartido con unos límites aceptados por todos que no podía excederse: por delante de la línea estábamos todos, así; y quien la cruzaba se quedaba solo. Hoy tenemos cómplices o gorilas, que tapan el crimen como Harvey Keitel en Pulp Fiction o matan al inocente para evitarse el problema, con un único punto en común: háganles la pregunta más sencilla y verán cómo se enredan en la respuesta más compleja.

La democracia, en fin, se ataca y se salva de la misma manera: defendiendo o impidiendo el silencio más leve, sin más. Respondan, pues. Y pregunten.