31 de mayo de 2010

Madrileñerías

Andan Aguirre y Gallardón cábala que te cábala a ver si consiguen "extraer" del Plan E lo que se afeitaron, previa pugna eso sí sobre a ver quien se lo afeitó más grande, de sus jornales... ¡Ellos...!..., que tienen la una el dinero por castigo de tanto y tanto que pidió (pedir, sinónimos: solicitar, requerir, demandar, pretender, exigir, reivindicar, reclamar, suplicar, implorar, rogar, rezar, postular, mendigar, pordiosear...; nada dice de mangar. Antónimos, o sea lo que no hace: dar, ofrecer), y el otro lo tiene para manirromperlo siempre y cuando la mani sea de otro que de romperla ya se encarga él. Piensa que te piensa están por tanto los dos, por supuesto por separado para evitar tentaciones, a ver si encuentran la llave que abra la lata salarial del eplan.
Un cofre que, aunque critican minuto sí-minuto también y al que escupen y vomitan día sí-día también, conocen como la palma de sus manos..., vaya si lo conocen... Tan es así que la M-30 debería pasar a llamarse E-30 porque el bujereó con ansiosa entrega pero quien la niquela es la pasta del cofre en el que los del PP cada vez que pueden se cagan. Él con esa pasta da esplendor al ático de su boquete ante la parálisis permanente de los socios y amigos del que nutre el cofre que tan atenazados en sí mismos están que por no decir ni le llaman de todo cuando inaugura un cacho remozado y va dice que ahora por fin los madrileños podrán mojarse (¿o dijo lavarse?) los pies: ¿que no es un desprecio, es que está llamando guarro al pueblo o quizás lo quiere decir es que gracias a él, excelentísimo siempre, el foro dejará de oler a pies?
Eso él porque ella, puro verdulerismo entre tanta alcurnia (populismo lo llaman algunos), con una mano monta rebeliones y da sablazos cada poco al amanecer (aunque tampoco le importa hacer al atardecer, incluso de anochecida), y con la otra rebaña todo lo rebañable y más allá como ha hecho con el cofre ya mencionado succionando con denuedo para poder cumplir uno de sus compromisos: la construcción de centros de salud, para entendernos de ambulatorios que, claro está, ahora deberían llamarse Embulatorios o Ecentros de Esalud.
Fabulosas madrileñerías, de las de mear y no echar gota. No lo son menos las de otros que hoy tan sólo quedarán apuntadas con el compromiso de ser desarrolladas antes de ser engullidos por completo por la crisis.
Por ejemplo, si la política fuese para el que se la trabaja Lucas (David) debería ser el candidato socialista al ayuntamiento de Madrid, aunque claro, a nadie se le escapa lo que hicieron con Sabanés (Inés) con lo que cabe concluir que como ni san dios se trabaja la política al que lo hace le guillotinan, por listo... (Un por cierto respecto al candidato PSOE al consistorio: comentan que están tanteando o algo más a Maru Menéndez; seguiremos al tanto).
Y luego está lo del partido de los resentidos, digo la UPyD, en qué estaría pensando... Con el ex de comisiones (Fidalgo, José María) a punto de dar el sí para medirse con Espe y el señor o la señora X por la comunidad, el que podría hacer dicho ya "adelante con los faroles" es el ex de Alcobendas (Caballero, Pepe) que podría intentarlo de nuevo pero sin otra rosa que la díez que de puños también supo.

20 de mayo de 2010

Cadena Ser: Pasa lo que Pasa

Antonio R. Naranjo

Esto es un hecho: Hace unos años se oía en la Ser a Gabilondo, a mi primo Oliver, a Astasio, a Temprano, a Carmelo, a Manzano o a Velasco. Y ahora no, aunque sólo el último está muerto. Tampoco se oriá más a Paco González, un genio en alpargatas. Importan menos las razones que los efectos: ya no se les oye, aunque eran los más oídos.

La Ser, salvo anuncio de última hora, se dedica a que la escuchen: ergo no son razones profesionales las que explican estas salidas. Llegados a ese punto, es lícito preguntarse a qué se dedica pues la Ser. Ésa es la pregunta que Anido, Rodríguez o Irago deben hacerse. Pensarán que no hace falta, que se responde sola, que siempre hay razones de peso para justificar lo inexplicable, pero están equivocados. Háganse la pregunta, hombre, hágansela, aunque no les guste las respuesta.

Los americanos resumen la vida con una simple frase: "Si no está roto, no lo arregles". Con la modestia, la distancia y tal vez el desconocimiento que otorga la condición de mero colaborador poco querido en la Casa -si acaso es consciente de la existencia de tantas voces pequeñas que tal vez tenemos algún remoto mérito en el éxito de la marca-, me voy a permitir enviar una sugerencia a los siempre receptivos dirigentes de la casa: cuando se olvida un lema, "Pase lo que pase", renace otro más inquitante y "Pasa lo que pasa".

Una cosa es innovar en las madrugadas, y otra hacer 'Hablar por hablar' 24 horas al día.