Imagino conoces el caso de la niña del I.E.S. Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón que, por negarse a quitarse el 'hiyab' fue apartada de clase por indisciplina. Dejando a un lado el derecho a recibir educación de la niña (que habría que discutir si fue violado porque se le dio clase, aunque apartada de sus compañeros) y su pasión por Dios, el centro ha actuado de forma correcta.
He oído a algunos decir que no pueden obligar a Najwa a quitarse el velo porque forma parte de su identidad y eso es racismo. No contestaré con el fácil y racista argumento de "allá donde fueres, haz lo que vieres", que también lo he oído, sino con el reglamento de régimen interno del centro que prohíbe estar en clase con la cabeza cubierta:
El artículo 32 dice: "En el interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza".
Es decir, Najwa puede llevar su pañuelo y "someterse a su Dios", según sus propias palabras, en el patio, como el resto de chavales pueden someterse a la moda bakala y llevar gorra. Ahora bien, dentro de clase, debe someterse al imperio del conocimiento y dejar a Alá a un lado, igual que sus compañeros tienen que dejar a Paco Pil a un lado y quitarse su gorra de Pokis, Chonis, Bakalas, Hip Hoperos, o cualesquiera moda sigan que les haga llevar gorra.
Las reglas pueden gustarnos o no, y si no nos gustan se puede pedir su cambio (algo que se ha hecho) pero son iguales para todos, y no pueden doblarse porque los casos particulares crean antecedentes.
Y mucho menos pueden obviarse cuando quien pretende socavar las reglas es una religión. Porque entonces esa religión, respetable, compartida o no, deja de ser una secta (según la definición de la RAE) para ser un grupo de radicales integristas que atentan contra el estado de derecho.
Y eso no se puede permitir, diga lo que diga el Ministerio de Justicia.
Las normas hay que respetarlas, pero ¿no estará la norma hecha ad hoc contra cierto individuo o grupo? Recordemos los ardides para evitar el voto de la población negra en el Sur de Estados Unidos sin nombrarla.
ResponderEliminarPor otra parte, lo de ir cubiertas en el interior del edificio ya se les prohibió a las mujeres del público en los teatros de Madrid hace cosa de un siglo...
bueno, esto no es una prohibición para las mujeres, sino para TODOS. Nada sexista por lo tanto, in para un lado ni para otro.
ResponderEliminarEn cuanto a lo otro, podría bucearse en cuándo se aproboó el régimen interno del centro e investigar a los miembros del Consejo Escolar que votaron a favor de tal aprobación para comprobar qué piensan sobre quienes llevan ogrra y sobre quienes llevan velo.
No está mal dado el tiro pero no creo que la la norma se creara para eso.
Gracias por comentar, por cierto.
No estoy de acuerdo: ¿por qué un niño puede ir de gótico, otro de rocker, otro de rapero y una chica no puede ponerse un hiyab? En España se habla de la cultura araboislámica con una ligereza del copón. Ni el hiyab es un símbolo de esclavitud ni lo imponen los padres a golpes. Habría que dejar a la gente un poco más tranquila con algo tan poco trascendente con el aspecto físico; apartar a la chica no sólo podría vulnerar su derecho a la educación (y educar no es sólo enseñar cosas; también es socializar, para lo que hace falta estar en grupo), sino también provocar exclusión social y marginación por parte del resto de alumnos. Es una medida muy irresponsable por parte del centro.
ResponderEliminarAdemás de que no entiendo la dichosa manía de los colegios de reglamentar cómo tienen que vestir los alumnos. Son ganas de meter la nariz en la vida privada de la gente. Si esta chica es buena estudiante y tiene un comportamiento adecuado, como si se quiere poner un gorro de King África.